Vuelos a Asia y el Pacífico
Pídale a cualquiera que haya estado en las Filipinas que las describa. Hay muchas probabilidades de que las comparen con otro imán para viajeros al sudeste asiático: Tailandia. Son muchas las similitudes: junglas tropicales, bonitas playas y una excelente comida. En líneas generales, sin embargo, la nación insular de las Filipinas suele atraer a menos cantidad de turistas y ofrece muchas más oportunidades de explorar caminos menos visitados.
Con más de 7.000 islas delimitadas, por un lado, por el Mar de la China Meridional y, por el otro, por el océano Pacífico, la mayor parte de su población se concentra en Mindanao y Luzon. El país estuvo bajo dominio español durante más de 300 años, hasta finales del siglo XIX, y todavía podrá descubrir la influencia española en la arquitectura, sobre todo en iglesias y catedrales.
Si bien merece la pena visitar las dos ciudades principales, Manila, la capital, y Cebú, por sus brillantes hoteles, restaurantes y clubes, para muchos, el mayor atractivo de las Filipinas son sus playas. Es posible que le tiente encaminarse derecho a la costa en cuanto su vuelo toque tierra y abordar un ferry que le lleve a una isla paradisíaca.
Cada isla de las Filipinas tiene un atractivo propio. Boracay es la más conocida. Se trata de una pequeña isla de gran fama, un destino favorito entre los que buscan los restaurantes, fiestas y clubes más animados y la mejor escena nocturna lejos de las grandes ciudades.
El gran destino donde practicar esnórquel y bucear es Palawan. Descrita habitualmente con la "última frontera", debido a sus numerosas islas vírgenes y ecosistemas, esta cadena de islas, al oeste de las Filipinas, posee una gran riqueza marina. La mejor parte es El Nido, una pequeña ciudad pesquera donde se halla el espectacular archipiélago Bacuit. Esta serie de islas se caracteriza por altos acantilados de piedra caliza, aguas cristalinas y algunas de las playas más hermosas y aisladas del sudeste asiático.
Siargao es un paraíso para los surfistas. Sus desafiantes olas son un imán para los amantes del surf de todo el mundo. Si se siente realmente aventurero, diríjase a la fascinante y poco conocida Siquijor.