El contraste está por todas partes en Hong Kong. Mientras majestuosas cumbres enmarcan uno de los paisajes urbanos más espectaculares del mundo, los tradicionales barcos flotan en el puerto Victoria.
Esta contradicción se aprecia asimismo cuando se explora Hong Kong, una tarea relativamente sencilla, gracias a su sencillo sistema de transporte público. Cada zona parece ofrecer algo especial. Mientras que a Hong Kong Island se la conoce como la zona más sofisticada y deslumbrante, Kowloon es más tranquila. No sorprende, entonces, que más de siete millones de personas hayan elegido vivir en Hong Kong.
No son pocas las atracciones modernas que ofrece, tanto si le apasiona buscar en los centros comerciales, relajarse en lujosos hoteles o disfrutar de restaurantes y clubes que se cuentan entre los mejores del mundo. La escena gastronómica es particularmente impresionante. Hong Kong cuenta con los restaurantes con estrella Michelin más asequibles del mundo. Su cosmopolita población garantiza que encontrará cocinas de casi cualquier país del mundo.
Hay muchas oportunidades de conocer sus culturas y tradiciones, basta con visitar los templos y santuarios. Muchos visitantes acuden en masa al templo Wong Tai Sin, un impresionante edificio que acoge a devotos de tres religiones: taoísmo, budismo y confucianismo. También merece la pena visitar el templo Tin Hau en el pueblo Fong Ma PO, donde encontrará los famosos árboles de los deseos Lam Tsuen.
Hong Kong goza también de una cómoda localización para realizar excursiones de un día a otras partes del sudeste asiático. Si dispone de tiempo, suba a bordo de un catamarán para visitar la cercana Macao y explorar el asentamiento europeo más antiguo de la región.