Vuelos a Noruega
En el pasado, Oslo era considerada una ciudad un poco seria, pero ya está dejando atrás esa reputación, gracias a los grandes esfuerzos (y dinero) invertidos en un diseño, arquitectura, boutiques y gastronomía increíbles.
Merece la pena visitar los nuevos barrios de moda, y los viajeros que viajan a Oslo y están al tanto de esto es lo primero que hacen. Acérquese a Tjuvholmen, donde se ha abierto el Museo de Arte Moderno Astrup Fearnley (un destino por méritos propios). Esta misma zona está repleta de galerías de arte, restaurantes como el Fru K, y un imponente hotel: The Thief. La zona de Vulkan, en el río Akerselva, es otro de los lugares que no debe perderse. Allí encontrará innumerables establecimientos de vida nocturna y el mercado de alimentos: Mathallen Oslo.
El diseño es una parte importante de la vida en Oslo, y pasear por las tiendas para ver los productos locales es una forma fantástica de pasar una tarde. Incluso en los centros comerciales más venerados, como el GlasMagasinet, encontrará gran cantidad de ropa, accesorios y decoración fabricada en Escandinavia. Pasear por Kvadraturen, el casco antiguo, es una buena forma de ver edificios bellos e históricos y de visitar acogedores bares y tiendas de diseño divertido. Oslo tiene también una impresionante escena artística, y el Museo Munch (sede del emblemático cuadro El grito de Edvard Munch) es de visita obligada.
Oslo puede resultar una ciudad cara, pero ofrece una buena relación calidad-precio. Los restaurantes y los cafés pueden tener precios elevados, pero los niveles de calidad son altos, y el énfasis en un bonito diseño hace que cada comida, o incluso un café rápido, sea toda una experiencia. Es una ciudad que ejemplifica la modernidad escandinava.