Vuelos a Austria
Históricamente, Viena ha desempeñado muchos papeles. Fue una vez la sede del Imperio Austrohúngaro. La ciudad fue el lugar de residencia de Freud, Trotsky, Tito, Hitler y Stalin (quienes convivieron en la ciudad al mismo tiempo, inconscientes de la existencia del resto y del papel que desempeñaría cada uno a lo largo del siglo). Posteriormente, durante la Guerra Fría, fue un patio de recreo para espías de ambos lados del Telón de Acero. Actualmente, es donde reside el mayor número de embajadores, diplomáticos y enviados políticos del mundo. Puede unirse a ellos volando a Viena.
La ciudad desprende un encanto imperial clásico y exclusivo. Sus excepcionales palacios y teatros de la ópera encarnan los excesos de la época anterior a la Primera Guerra Mundial en Europa. Ahora simplemente dotan a la ciudad de un aspecto de cuento de hadas, especialmente en Navidad, cuando las festivas luces están encendidas y los mercados están en pleno auge.
Sin embargo, eso no quiere decir que las visitas a Viena se deban restringir al invierno. Es una ciudad bonita durante el verano, una estación en la que se puede comer y beber en agradables terrazas y disfrutar de festividades. Entre mayo y junio, hay numerosos festivales que culminan en el Donauinselfest, la mayor fiesta anual al aire libre de Europa que dura tres días.
El encanto de Viena no se limita tan solo a su rico patrimonio histórico. Hoy en día, la capital austriaca en un núcleo cosmopolita y animado. Es una ciudad con elegantes boutiques de lujo, restaurantes premiados con estrellas Michelin y actividades culturares. También es una plataforma de arte contemporáneo moderno, restaurantes animados, música electrónica y desbordantes salas de fiestas en calles secundarias. En general, es una ciudad de contrastes y contradicciones maravillosas, y un lugar fascinante que visitar.