Vuelos a Europa
Los Países Bajos no es solo Ámsterdam, aunque cierto es que Ámsterdam es el corazón palpitante del país y la principal atracción para la mayoría de los visitantes. Explorar el resto de este diminuto lugar rebosante de agua es muy gratificante (con sus molinos de viento, tulipanes y demás paisajes), aunque Ámsterdam sea la visita más memorable. Ya sea disfrutando de gofres azucarados (los famosos “stroopwafels”), montando en bici por los canales rodeado de los habitantes locales, probando las bebidas belgas o yendo de fiesta toda la noche, su experiencia en Ámsterdam será, ante todo, divertida. No vaya dispuesto a relajarse; vaya preparado para acostarse tarde, conocer gente nueva, sumergirse en la cultura y tirarse a la piscina.
Además de su fabulosa variedad de tiendas indie, cafés, locales nocturnos y restaurantes, Ámsterdam es un punto caliente en cuanto a cultura. Sus museos la dotan de gran riqueza cultural: cuadros de Rembrandt y Vermeer en el Rijksmuseum, la mayor colección de pinturas de Van Gogh del mundo en el Museo Van Gogh y una sucursal del Museo Hermitage de Rusia que trae algunos de sus tesoros a Europa en exposiciones de éxito asegurado.
Si decide salir de Ámsterdam, hay varios lugares que merece la pena visitar. Pruebe con Delft, una ciudad pequeña con mucho más que canales y edificios históricos, o Haarlem, que puede presumir de fantásticos cafés, museos excelentes y bonitas calles adoquinadas. Como contraste, la ciudad de Róterdam es hipermoderna. Tras ser arrasada en la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida con un inagotable entusiasmo por lo nuevo. Es un lugar que ofrece un amplio abanico de actividades y perfecto para los más fiesteros.
Afortunadamente para los viajeros, los holandeses hablan un excelente inglés y no esperan que los visitantes comprendan el idioma local.